El blanqueamiento se produce por la permeabilidad que tiene el diente frente al peróxido de hidrógeno, que difunde a través del diente. La molécula de peróxido de hidrógeno al contacto con el tejido dentario se descompone y forma radicales libres de oxígeno e hidroxilo, que rompen los pigmentos macromoleculares que tiene el diente y que le causan el cambio de color, y los reduce de tamaño hasta que desaparecen.
Existen tres métodos para realizar el blanqueamiento, los cuales serían: primero, el que realiza el odontólogo en la consulta, ya sea utilizando una lámpara de luz aceleradora o activadora o no, el segundo es el blanqueamiento que realiza el paciente en su casa, usando unas férulas, y tercero es el blanqueamiento combinado, en el cual se hace un blanqueamiento en la clínica y luego en su casa.
Para elegir entre un tipo de tratamiento u otro hay que valorar el cambio de color de los dientes, si es superficial o más profundo, su extensión, origen, etc.
El Peróxido que se utiliza en la clínica tiene una acción más profunda que la que se utiliza en casa, al tener mayor concentración.
En la clínica, antes de empezar con el blanqueamiento, establecemos el color inicial del diente, y eliminamos las manchas superficiales. Si usamos lámpara, se acelera la acción y tiene una función activadora más importante. Los mejores resultados se obtienen con una máxima intensidad de luz y de calor, dentro de unos límites de seguridad que la casa comercial y el odontólogo proponen para la del tratamiento.
El número de sesiones del tratamiento de blanqueamiento en la clínica suele ser de una sola. Nuestra experiencia nos dice que en esa única sesión el paciente suele alcanzar el color deseado y cumplir sus expectativas. Si no fuera así, se programaría otra sesión de blanqueamiento sin coste extra alguno.
El tratamiento de blanqueamiento que se realiza en el domicilio está indicado para tinciones ligeras, con cambios moderados de color. Se realiza a una concentración bastante menor de peróxido. El tiempo de uso en casa es variable y la duración suele ser de 2 a 3 semanas. Se puede realizar una arcada y luego otra, o ambas a la vez.
Para reconstruir un diente con una finalidad estética, la reconstrucción con carillas de composite y porcelana son una muy buena opción. Las carillas se realizan en el sector anterior, donde la necesidad estética es mayor, y las coronas en cualquier sector de la boca.
Las carillas de composite mejoran la forma de los dientes en la posición anterior, pudiendo cerrar diastemas, reparar fracturas de los bordes incisales, cubrir hipoplasias, abrasiones y tinciones moderadas, aportando una alternativa muy eficaz de tratamiento.
Las coronas de porcelana y de zirconio empleadas en nuestros tratamientos rutinarios gozan de una fabulosa estética, siempre realizando un diagnóstico previo para establecer las correctas indicaciones del tratamiento.